El libro intenta ayudar a los educadores a tomar conciencia de la gran herramienta que es el juego, animándolos a que lo utilizen sabiamente, sin imposiciones ni engaños, y que, sobre todo, procuren que el niño disfrute con lo que hace. En otras palabras, el libro quiere que todos los niños participantes en un juego disfruten jugando, y que no lo hagan sólo unos cuantos.