Resulta curioso que los antropologos encuentren que los mayores avances de la humanidad se basen en la obtencion del fuego, la metalurgia, la escritura y hayan excluido a la geometria, instrumento fundamental cuando se trato de delimitar el territorio, causa de las mas sangrientas guerras. De la propiedad de la tierra nacera el derecho, las leyes y las mensuras, cuando se asocian la geometria y la matematica. Las periodicas crecidas del Nilo borraban los limites de las posesiones, a los que solo era posible restituirlos mediante las triangulaciones geometricas. Las llamadas pircas aimaras de sud America, que siendo cercas de piedra tienen la constitucion de un muro, poseen la virtud de separar dos posesiones, al tiempo que impiden que se dispersen los animales, y tambien pueden leerse como una elemental alianza entre la construccion y la geometria. Sin embargo esta union aparece hoy desdibujada. La geometria rigurosa, ha sido desplazada por la mas abrumadora subjetividad estetica olvidando su cometido primario. El intento de restituir la alianza olvidada, constituye el tema de este trabajo, acercando el dual -geometria arquitectura- al nuevo signo de los tiempos.